país de Europa y Asia

Turquía (en turco: Türkiye), oficialmente la República de Turquía (Türkiye Cumhuriyeti), es un país ubicado en Asia y Europa, extendiéndose por toda la península de Anatolia y la región de Tracia, separadas por el mar de Mármara y los estrechos del Bósforo y de los Dardanelos. Limita al nordeste con Georgia, al este con Armenia, Azerbaiyán e Irán, al norte con el mar Negro, al noroeste con Bulgaria y Grecia, al oeste con el mar Egeo, al sur con Siria y el mar Mediterráneo y al sudeste con Irak.

Comprender

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Estambul, la antigua Constantinopla, sigue siendo la ciudad más importante del país.

Desde hace varios milenios, el territorio de la actual Turquía ha sido de gran relevancia para el desarrollo de la civilización. Ubicada en el límite entre Europa y Asia, y rodeada por el mar Negro y el Mediterráneo, Turquía ha sido testigo del paso de las primeras civilizaciones y algunos de los imperios más grandes. Esta confluencia de culturas se refleja en cada rincón del país: de las grandes mezquitas otomanas, las ruinas hititas y los antiguos templos griegos.

Geográficamente, Turquía consta de dos territorios separados por el mar de Mármara y los estrechos del Bósforo (donde se encuentra Estambul, la capital imperial otomana y la ciudad más grande del país en la actualidad) y Dardanelos. La parte europea representa el 3% del territorio turco y el 13% de la población; pertenece a la región de Tracia, siendo el último remanente del gran dominio que mantuvo el Imperio otomano en Europa hasta el siglo XIX. La parte asiática, en tanto, comprende la gran península de Anatolia (la antigua Asia Menor), llegando hasta las altas mesetas armenias y persas.

En la última década, Turquía ha recuperado terreno en su desarrollo económico y se ha convertido en una potencia regional. Entre Europa y el Medio Oriente, la sociedad turca ha logrado mezclar exitosamente sus tradiciones y la modernidad. El islam sigue siendo la religión mayoritaria de la población, pero presente de una forma mucho más liberal que en otros países de Oriente Medio (especialmente en las zonas más cercanas a Europa).

Todas estas características de Turquía, además de su favorable clima y sus bellezas naturales, la han convertido en un atractivo destino turístico. En los últimos quince años, el número de turistas ha aumentado cuatro veces. Hoy, Turquía recibe más de 40 millones de turistas anualmente, convirtiéndola en el sexto país más visitado del mundo.

Historia

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Ruinas del templo de Apolo, en Side.

En los primeros siglos antes de Cristo, la región de Anatolia vio el surgimiento de diversas civilizaciones. Entre las más relevantes de estas estuvieron los hititas, que dominaron gran parte del centro y oriente de la península, los lidios en la región costera del Egeo y los tracios en la zona europea. Hacia el año 1.200 a.d.C., la costa del Egeo y parte de Tracia fueron colonizadas por los griegos, quienes fundaron ciudades como Esmirna, Éfeso, Mileto o Bizancio. Diversos imperios pasarían a dominar, a partir del siglo VI a.d.C., los territorios de Anatolia y Tracia: los persas de Ciro el Grande y Darío I, seguidos por Alejandro Magno y sus herederos, los seléucidas, hasta la llegada de los romanos en el siglo II a.d.C.

Mosaicos bizantinos encontrados en Hagia Sofía, Estambul.

Bajo los romanos, Bizancio logró erigirse en un importante centro comercial, controlando las principales rutas entre Europa y Asia. Con el fin de controlar un imperio en decadencia y en proceso de disolución, el emperador Constantino (el primero en convertirse al cristianismo) decidió reconstruir Bizancio y convertirla en Constantinopla, la nueva capital oriental del Imperio romano. A medida que Roma perdía protagonismo y el Imperio romano occidental se desintegraba, Constantinopla adquirió cada vez más poder y controló todo el sector oriental del Mediterráneo. El Imperio bizantino, nacido en el año 395, expandió el cristianismo y sentó las bases de las actuales ramas ortodoxas de dicha religión. Durante el gobierno de Justiniano, el dominio bizantino llegó a cubrir gran parte del Mediterráneo y Constantinopla era la ciudad más importante del mundo.

La mezquita Mevlid-i Halil en Şanlıurfa, construida por los otomanos donde habría nacido Abraham.

Los bizantinos, sin embargo, comenzaron a perder poder a partir del siglo VI. A sus constantes luchas con el reino persa sasánida se sumó la invasión musulmana y la llegada de tribus nómades turcas desde Asia Central y Siberia, que adoptaron el islam como religión. Estas tribus dieron origen al imperio selyúcida y al Sultanato de Rum, quienes se disputaron el dominio de la región con los bizantinos por dos siglos. La invasión de los mongoles, el fin del sultanato y la lenta desintegración bizantino generó un vacío de poder que permitió el surgimiento de un pequeño grupo turco de la región del Mármara. Los otomanos, nombrados en honor a su fundador Osmán I, lograron dominar toda la península de Anatolia y gran parte de los Balcanes hacia el año 1300. Constantinopla logró mantenerse como el último bastión del cristianismo oriental por varios años más hasta su caída en 1494. Este hecho es considerado como el fin de la era medieval en la historia occidental.

El Imperio otomano logró expandirse rápidamente. Durante el reinado de Solimán, los turcos otomanos dominaron todo el Oriente Medio, Arabia, el norte de África y los Balcanes, prácticamente imitando la máxima extensión que en su minuto tuvieron los bizantinos. El imperio otomano se convirtió en el principal estado islámico de la historia y permitió un gran desarrollo de la cultura, las artes y las ciencias. En general, los otomanos tuvieron un importante nivel de respeto por los diversos grupos étnicos y religiosos existentes en sus dominios, lo que permitió la formación de una particular identidad cultural, tanto en sus dominios como en su metrópoli.

Mustafá Kemal Atatürk, considerado el Padre de la Patria, es considerada una figura muy venerada por los turcos.

Hacia el siglo XVIII, el Imperio otomano inició un lento período de desintegración, principalmente en el norte de África (a manos de los colonialistas europeos) y en el sudeste europeo, donde varias naciones lograron su independencia. La derrota otomana en la Primera Guerra Mundial fue la condena definitiva de un imperio anacrónico. Gran parte de su territorio fue repartido entre los vencedores, mientras revueltas locales provocaron la caída del sultanato. Mustafá Kemal, más conocido como «Atatürk», fundó la República de Turquía en 1923 e inició un extenso proceso de modernización, desde la economía a la escritura, y estableció un estado democrático laico.

El estado creado por Atatürk se acercó a las potencias occidentales, formando parte de la OTAN durante la Guerra Fría y solicitando su ingreso a la Unión Europea, aunque aún sin éxito. Los problemas económicos y la inestabilidad política que afectaron a Turquía durante gran parte del siglo XX comenzaron a desaparecer a partir de los años 2000, en parte gracias al gobierno de Recep Tayyip Erdoğan. Sin embargo, muchos critican que el gobierno islamista de Erdoğan ha establecido un fuerte autoritarismo y ha minado los cimientos de la república laica que Atatürk fundó.

Geografía

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Ölüdeniz, la “laguna azul”, es una de las playas más famosas del mundo debido a sus calmas aguas.

Turquía cuenta con diversas regiones geográficas claramente marcadas. La zona europea y la región adyacente al mar de Mármara en el lado asiático consisten de planicies costeras, además de algunas colinas y valles de gran interés agrícola.

La península de Anatolia (Anadolu en turco) conforma gran parte del territorio turco y está limitada al norte por el mar Negro, al este por el Egeo y el sur por el Mediterráneo. Junto a estos mares se encuentran unas estrechas llanuras costeras, que se expanden particularmente en algunas regiones de la costa del Egeo y del Mármara y, en el sur, en los valles de Antalya y Adana. Las llanuras quedan limitadas abruptamente por cadenas montañosas, orientadas de este a oeste: a lo largo de la costa del Mar Negro se erigen los montes Pónticos y de Köroğlu, mientras al sur se encuentran los montes Tauros, bordeando la costa mediterránea. Junto a estos mares se encuentran unas estrechas llanuras costeras, que se expanden particularmente en algunas regiones de la costa del Egeo y del Mármara y, en el sur, en los valles de Antalya y Adana.

Vista de los montes Tauros en invierno.

Las llanuras quedan limitadas abruptamente por cadenas montañosas, orientadas de este a oeste: a lo largo de la costa del Mar Negro se erigen los montes Pónticos y de Köroğlu, mientras al sur se encuentran los montes Tauros, bordeando la costa mediterránea. Entre estas cadenas, el centro de la península forma una gran meseta, que en general crece en altitud hacia el este, a medida que se acerca a las montañas y mesetas de Armenia y Persia. La región oriental es muy escarpada, con grandes montañas como el monte Ararat, el punto más alto del país (5.137 m.s.n.m.), y el imponente lago Van.

La región sudoriental del país se caracteriza por dar los ríos Éufrates y Tigris, que nacen en las montañas orientales de Turquía. Estos dos ríos son la principal característica de las llanuras que dan origen a la Mesopotamia hacia el sur.

Las zonas costeras del país cuentan con un clima templado, que se hace mucho más mediterráneo en las zonas del Egeo. Allí, el verano es seco y caluroso y el invierno, algo frío y lluvioso. La costa del mar Negro tiene características más oceánicas; el invierno es algo más helado y las lluvias son permanentes durante todo el año, siendo la zona más húmeda del país. En ambas zonas es normal la presencia de algunos días con nieve, pero son puntuales y la nieve suele derretirse rápidamente. La costa sur, en tanto, es más calurosa en verano; el frío invernal, en tanto, es menos intenso y las precipitaciones son algo mayores. Mientras en Estambul las temperaturas varían entre los 19℃ y 28℃ en verano, en Antalya puede alcanzar los 35℃; en invierno, en tanto, la temperatura en Estambul varía entre los 3 y 9 grados, mientras en Antalya va entre los 6℃ y 15℃.

El interior del país es mucho más extremo en cuanto a temperaturas y más seco. Las temperaturas tienen una alta oscilación diaria y el frío del invierno puede llegar a algunos grados bajo cero. Ankara, la capital, puede tener temperaturas en verano que llegan a los 28℃, pero bajar a los -7℃ en invierno. A medida que uno va al este y la altitud aumenta, el frío se hace más extremo. La nieve suele acumularse durante varios días, lo que lo hace especialmente atractivo para los interesados en los deportes invernales. Erzurum, la principal ciudad, puede enfrentar días con temperaturas bajo los -15℃ en invierno.

Por el contrario, la región del sudeste presenta las temperaturas más altas del país, especialmente durante el verano. Algunas ciudades enfrentan máximas que superan los 39℃. La región es muy árida y las pocas precipitaciones que ocurren se concentran en los días de invierno.

Regiones

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Mapa de Turquía y sus regiones turísticas:      El Mármara      Costa del Egeo      Sudeste de Anatolia      Anatolia Central      Anatolia Oriental      Costa del Mar Negro      Costa mediterránea
El Mármara
La mezquita del sultán Ahmed I, en Estambul. El mar de Mármara es el que geográficamente separa a Europa y Asia, pero es Estambul la que une la cultura de ambos continentes. A lo largo de esta historia, esta ciudad ha visto nacer y caer imperios, dejando un legado único tanto en sus monumentales mezquitas como en sus exótico bazares. También puede visitar históricas ciudades otomanas como Edirne o Bursa, recorrer las costas hasta llegar a bellas islas como Avsa, o ascender al monte Uludağ.
Costa del Egeo
Las ruinas de Éfeso Sobre las costas del Egeo puede encontrar tanto playas fascinantes como antiguas ruinas. Izmir, la antigua Esmirna, es la principal ciudad de la región y desde allí puede partir a los restos de Éfeso, una de las ciudades romanas mejores conservadas, o los templos en Assos, Afrodisias y Sardis. Por último, no puede dejar de lado visitar las fuentes termales de Pamukkale y sus impactantes paredes calizas blancas.
Costa del Mar Negro
Vista del monasterio de Sumela. Al ser una de las regiones más húmedas y montañosas del país, la costa norte destaca por sus grandes extensiones de bosques y parques. Desde la principal ciudad, Trabzon, puede partir al monasterio de Sumela inserto en un acantilado. Amasra cuenta con prístinas playas que atraen a miles de turistas durante el verano y Boğazkale es famosa por las ruinas hititas de Hattuşaş.
Anatolia Central
El Castillo de Uçhisar en Cappadocia. Las estepas centrales presentan varias ruinas hititas y frigias de gran interés para los aficionados a la arqueología. Ankara, la capital del país, lentamente ha salido de la sombra de Estambul y se ha convertido en una ciudad moderna y atractiva. Konya destaca por sus grandiosos monumentos seljúcidas y Kayseri es la puerta de entrada a los centros de esquí del monte Erciyes. Capadocia es la joya de la región, con sus cuevas y viviendas talladas en los rocosos montes que parecen de otro mundo. ¡No pierda la oportunidad de observar este paisaje único desde un globo aerostático!
Anatolia Oriental
La isla Akhtamar en el lago Van. Esta zona escarpada destaca por sus bellas montañas y los antiguos pueblos que vivieron en sus valles. Puede visitar Ani, la antigua capital armenia, o las ruinas del monte Nemrut. El lago Van ofrece espectaculares paisajes y una oportunidad de conocer la cultura kurda. Desde Erzurum, la principal ciudad de la región, puede visitar el centro de esquí de Palandöken, mientras en Kars puede observar la influencia rusa en la región.
Sudeste de Anatolia
El pueblo de Halfeti junto al río Éufrates. Esta región fronteriza es la más influenciada por la cultura del Medio Oriente, principalmente árabe y kurda. Gaziantep, la principal ciudad de la región, destaca por su colección de mosaicos, mientras Diyarbakır es considerada la capital del Kurdistán turco. Şanlıurfa tiene una fuerte influencia arábica y cuenta con puntos de interés religioso. Por último, Hasankeyf es un pequeño pueblo de gran interés arqueológico y que está amenazado por la construcción de una represa sobre el río Tigris.
Costa mediterránea
Faro de Alanya. Las costas del sur, gracias a sus playas, palmeras y lujosos hoteles, atraen a miles de turistas anualmente. Antalya es el centro de la llamada «Riviera turca», que incluye otras bellas ciudades como Alanya, Bodrum, Fethiye o Kaş. Visite la famosa "laguna azul" de Ölüdeniz y la ciudad fantasma de Kayaköy. En la región oriental destacan Adana, Mersin y la histórica Antioquía.

Llegar

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Visado

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Antes de viajar a Turquía, revise los requerimientos de ingreso al país. Aunque Turquía tiene una política migratoria relativamente flexible para los turistas, no se confíe: algunos países de la Unión Europea y Estados Unidos requieren de visa, a diferencia de otros países que no requieren de dicho documento.

Los siguientes países cuentan con exención de visa para sus ciudadanos en calidad de turistas:

Muchos de los países que no tienen convenio para ingresar sin visa, tienen permitido el ingreso únicamente solicitando una visa electrónica antes de su viaje. El proceso es bastante simple y se realiza en este sitio web, donde puede hacer el pago directamente con tarjeta electrónica. También pueden adquirir esta visa al llegar a los principales aeropuertos del país, pero esto tendrá un costo mayor y hará más lento su proceso de ingreso a Turquía.

Los ciudadanos de países no listados anteriormente deberán solicitar una visa de turismo en las embajadas y consulados turcos. En ciertos casos, podrán acceder a la visa electrónica si cumplen ciertas condiciones, como demostrar capacidad económica o la obtención de visas en otros países de la OCDE. Para más información, revise el sitio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.

En avión

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El Aeropuerto Internacional Atatürk es hoy el cuarto con mayor tráfico en Europa.
Un avión de Turkish Airlines.

Estambul es la principal puerta de entrada al país por vía aérea. La ciudad es servida principalmente por el Aeropuerto Internacional Atatürk, el 10.º aeropuerto con mayor tráfico de pasajeros internacionales en el mundo. Esta terminal cuenta con servicios desde todas las capitales y principales ciudades de Europa, además de varios vuelos transcontinentales de diferentes compañías. Además de Atatürk, Estambul cuenta con el aeropuerto Sabiha Gökçen, que recibe servicios de bajo costo y servicios nacionales, aunque en los últimos años varios servicios internacionales han sido trasladados a esta terminal, producto de la saturación que tiene Atatürk. Se espera que este problema se solucione con la apertura de un nuevo aeropuerto en 2017 y que sería el de mayor capacidad del mundo.

Además de Estambul, varias ciudades turcas cuentan con servicios internacionales. Debido a su atrativo turístico, Antalya cuenta con el segundo aeropuerto más importante, con vuelos desde diversas ciudades de Europa y Medio Oriente. El aeropuerto Esenboğa de Ankara y el Adnan Menderes de Izmir también son buenas alternativas de ingreso al país, dependiendo de los destinos que desee visitar. La mayoría de las ciudades del país cuentan con aeropuertos y vuelos de cabotaje, por lo que viajar en avión es una muy buena opción para recorrer el país.

Turkish Airlines, la aerolínea de bandera del país, es una de las compañías líderes a nivel mundial. Sirve a más de 200 destinos a nivel mundial, lo que la califica dentro de las aerolíneas con mayor números de destinos del planeta. Además de la extensa red de vuelos de cabotaje que conectan todo el país, Turkish Airlines cuenta con servicios a las principales ciudades de Europa y Medio Oriente. Desde España, hay vuelos que conectan Estambul con Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Santiago de Compostela y Valencia. Turkish Airlines además cuenta con varios servicios transatlánticos: desde Estados Unidos hay vuelos desde Boston, Chicago, Houston, Los Ángeles, Miami, Nueva York, San Francisco y Washington, mientras que de América Latina hay vuelos a Estambul desde Buenos Aires y São Paulo.

Debido a la amplia red de viajes que posee Turkish Airlines y los vuelos de otras compañías internacionales, en los últimos años Estambul se ha posicionado como un importante hub que conecta los vuelos desde Europa y América con Medio Oriente, África y Asia, actuando tal como en el pasado fue el principal centro de la Ruta de la Seda.

En barco

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Un barco de pasajeros en Antalya.

Debido a su extensa costa, existen varias formas de llegar por vía marítima a Turquía. Para aquellos que disfruten los cruceros, muchas líneas que recorren el Mediterráneo o las islas griegas tienen paradas en diversas ciudades de la costa turca, principalmente Estambul, Kusadisi y Bodrum. También hay algunos servicios a lo largo del Mar Negro, también con paradas regulares en Estambul.

Existen diversos servicios permanentes de ferris.

  • Varios ferries desde diversos puntos del Mar Negro llegan a Estambul. El servicio más relevante es el que conecta con Odesa, en Ucrania. Los antiguos servicios a Crimea (principalmente Sebastopol y Yalta) están suspendidos producto del conflicto ruso-ucraniano.
  • En la zona oriental del mar Negro existen servicios regulares desde Trabzon a Kutaisi (Georgia) y Sochi (Rusia).
  • En la costa del Egeo existen muchos servicios que conectan con las cercanas islas griegas. Las principales rutas son Kos-Bodrum, Rodas-Marmaris, Rodas-Bodrum, Rodas-Fethiye, Samos-Kuşadası, Lesbos-Ayvalık y Quíos-Çeşme, además de algunas combinaciones. La mayoría de estos servicios suelen tener frecuencias diarias y duran entre 1 y 2,5 horas. El precio puede rondar entre los $40 y los $80 según el destino.
  • Hay varios servicios marítimos hacia la isla de Chipre. Producto del conflicto chipriota, todos los servicios a la isla llegan al territorio de la no reconocida República Turca del Norte de Chipre. Existen ferris que conectan Famagusta con Mersin y desde Kyrenia a Taşucu y Alanya. La ruta más corta, Kyrenia-Taşucu, tiene servicios diarios; mientras el ferry para pasajeros y vehículos toma unas 7 horas, el servicio expreso sólo para pasajeros demora 2 horas y media. Como referencia, los precios por pasajero van entre los 40 y 70 sólo ida, y entre 80 y 100 ida y vuelta.

En invierno, los servicios de ferris se reducen de forma importante, por lo que consulte respecto a su disponibilidad. Además, considere que muchas veces las tasas de embarque pueden alcanzar un valor muy alto, elevando los costos casi al doble.

En automóvil

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El puesto fronterizo entre Georgia y Turquía en Sarpi.

En la región de Tracia, existen varias rutas que conectan a Turquía con el resto de Europa. Las principales rutas provienen desde Bulgaria, ya sea a través de la Ruta I-9 (Varna y Burgas al sur) y la Ruta I-8 o la autopista A4 (Sofía y Plovdiv al suroeste), o desde Grecia, en particular a través de la autopista A-2 desde Salónica y Alejandrópolis. Todas estas rutas finalmente confluyen en Estambul, desde donde puede cruzar el Bósforo y continuar su ruta por el país. Estas rutas son muy utilizadas y puede existir alto tráfico, especialmente durante feriados y vacaciones, cuando muchas familias que viven como inmigrantes en Europa vuelven a su país de origen. Existen varios servicios de buses desde las principales ciudades hasta Estambul, aunque suelen tomar bastante tiempo al tener varias paradas intermedias.

Desde el Cáucaso, la principal ruta es desde Batumi, en la Ajaria georgiana, viajando al sur por la ruta 2 hasta llegar al paso de Sarpi; una vez cruzada la frontera, puede continuar bordeando el mar Negro hasta llegar a las atractivas ciudades turcas de Rize y Trebizonda. Existen otros pasos, como el de Türkgözü, ubicado en la continuación de la ruta entre Tiflis y Akhaltsikhe, pero las rutas suelen estar en mal estado y no llevan a destinos turísticos relevantes. Aunque hay pasos construidos entre Turquía y Armenia, éstos se encuentran cerrados desde hace varios años. Desde Irán, en tanto, el principal paso es a través de la Ruta 32. Esta ruta nace como continuación de la autopista en Teherán y Tabriz, para luego continuar desde allí a la frontera cerca de la ciudad turca de Dogubeyazit. A través de esta ruta iraní es posible también conectar con el enclave azerí de Najicheván, territorio que se conecta además con Turquía de forma directa a través de su carretera M7.

Desde Iraq y Siria existen varios pasos a Turquía. Sin embargo, muchos se encuentran cerrados o son sumamente peligrosos producto de las guerras actualmente en dichos países y la ocupación por parte del Estado Islámico (ISIS). Los principales pasos con Siria eran los que conectaban Latakia y Alepo con Antioquía, Alepo con Gaziantep, mientras en Iraq era desde Mosul hasta Cizre.

Antes de viajar, verifique su cédula de conducción. Turquía reconoce el de algunos países europeos; en caso de no estar incluido el suyo, deberá obtener una licencia de conducción internacional. Además, verifique que su auto cuenta con los seguros de viaje automotriz respectivos; no todos los seguros cubren Turquía, e incluso en algunos casos se restringe su uso sólo al territorio turco europeo y no al asiático.

En tren

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Un afiche del antiguo Expreso de Oriente, que hoy funciona sólo como tren turístico de lujo una vez al año.

Hace un siglo, el tren era la principal vía de conexión entre Europa y la antigua Constantinopla. El Expreso de Oriente era uno de los trenes más lujosos y emblemáticos de la era dorada de los ferrocarriles y conectaba la capital otomana con las principales capitales europeas, llegando hasta París. Lamentablemente, poco de eso queda luego que el tren haya sido desplazado por medios más rentables como el automóvil y los aviones. Sin embargo, aún quedan algunos servicios que pueden ser atractivos para los amantes de las vías férreas.

El servicio internacional más frecuente desde Europa a Estambul es el tren Bosphor que parte en Bucarest, a donde puede llegar por varias combinaciones ferroviarias desde las principales ciudades de Europa Occidental y Central, usualmente vía Budapest. Este servicio toma unas 19 horas mientras cruza gran parte de Rumania y Bulgaria antes de llegar a Estambul. Los precios parten aproximadamente desde los 50 y aumentan según el tipo de asiento o cama. En caso que venga desde los Balcanes, existe el servicio Balkan Express que parte de Sofía y toma 14 horas aprox. Aunque su trayecto es más corto y barato (desde los 30 aprox), es un tren sencillo y no posee servicios de literas como sí posee el Bosphor. En ambos casos, deberá bajar del tren al cruzar la frontera entre Bulgaria y Turquía y, posteriormente, tomar un bus que termina el recorrido ferroviario producto de trabajos de mantención de la vía. Desde Grecia, los servicios internacionales de ferrocarriles fueron cancelados en 2011 producto de la crisis económica de dicho país.

Una última alternativa, muchísimo más lujosa, es tomar el Venice-Simplon Orient Express, un tren turístico que realiza anualmente la antigua ruta del Expreso de Oriente; el viaje dura 6 días recorriendo diversas ciudades y tiene un costo desde los 10 000 por persona.

Por el lado oriental, el servicio más utilizado era el Trans-Asia Express que conectaba con Irán semanalmente. El servicio era en realidad dos servicios de trenes: partía en Teherán (miércoles, 21:25) y Tabriz (jueves, 10:56) para llegar al lago Van en Turquía, cruzándolo en ferry, y tomando luego un servicio turco hasta Ankara, llegando el sábado a las 8:30. El servicio en sentido opuesto salía los miércoles a las 10:25 de Ankara y llegaba a Teherán el viernes a las 20:20. Producto de los últimos enfrentamientos en el Kurdistán turco, el servicio está suspendido temporalmente. Otros servicios en el Medio Oriente hacia Siria e Iraq también están cancelados producto de los conflictos militares en ambos países.

Desde el Cáucasus no existe servicio continuo de trenes que cruce la frontera. La única opción es llegar a Batumi en tren, tomar un bus hasta la frontera en Sarpi, cruzarla a pie y tomar allí un bus o taxi turco hasta Erzurum o Kars, conectando allí con la red ferroviaria de Turquía.

Recorra

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En avión

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La aerolínea de bajo costo Pegasus Airlines cuenta con una amplia red de vuelos dentro del país.

Turquía cuentan con una extensa red de aeropuertos por todos los rincones del país por lo que es una buena opción para aquellos que deseen recorrer rápidamente los principales hitos turísticos de Turquía. Por razones lógicas, las ciudades más grandes cuentan con más frecuencias y promociones, mientras que aquellas de menor tamaño o más cercanas a las grandes urbes cuentan con menos frecuencias y los precios son más caros. A veces es conv

Durante años, Turkish Airlines se ha mantenido como la principal aerolínea de cabotaje, con servicios a la mayoría de los aeropuertos locales. Pero en los últimos años han surgido con fuerza varias aerolíneas de bajo costo, destacando Pegasus Airlines y AtlasGlobal. La mayoría de los vuelos de cabotaje usan como hub los aeropuertos de Estambul y Ankara, siendo muy pocos los servicios que conectan dos ciudades sin pasar por una de las anteriores.

En la mayoría de los aeropuertos podrá encontrar los buses Havaş que conectan la terminal con el centro de las ciudades. Estos servicios son mucho más baratos que los taxis y, aunque puede tener que esperar algunos minutos, suelen ser bastante frecuentes.

En barco

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Los ferries son un medio de transporte muy utilizado en Estambul para cruzar el Bósforo, aún cuando existen puentes y túneles que conecten ambos sectores de la ciudad. Cruzar el Bósforo entre Europa y Asia al atardecer es, sin dudas, una de las actividades imperdibles en la antigua capital otomana. Desde Estambul también salen varios cruceros o ferries que recorren la costa del Mar Negro, llegando hasta Trabzon, y el Egeo hasta Izmir.

En la costa mediterránea y del Egeo, en tanto, hay un sinfín de ofertas de veleros que pueden acercar a los turistas a las islas turcas con más encanto o simplemente ofrecer un paseo por la costa. Desde Çanakkale es posible no sólo cruzar el estrecho de los Dardanelos sino también cruzar a la isla de Gökçeada en el Egeo.

En automóvil

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Las principales autopistas (otoban) de Turquía.

Turquía tiene una creciente red de autopistas y carreteras principales, las cuales se mantienen en relativo buen estado. Los signos son similares a los que se usan en otros países europeos, por lo que no es muy difícil orientarse, pese a que estén en turco.

Las autopistas (otoban u otoyol) suelen marcadas con la letra O y conectan las principales ciudades del país. La mayoría de estas autopistas son pagadas. Existen dos formas de pago, en las que se separa el flujo de automóviles al llegar al punto de peaje: a través de sistemas automáticos con cargo posterior (OGS) o con tarjetas prepagas (KGS), la forma más convenientes para un turista. Puedes comprar las tarjetas prepagas en algunos bancos o al ingresar a las autopistas. En este último caso, los puntos de atención suelen estar a un solo lado de la carretera; si está al lado contrario por el que usted ingresa, deberá detenerse y cruzar la carretera por las vías señalizadas.

Una carretera secundaria en el este de Turquía, cerca de Giresun.

La mayoría de las carreteras suelen esquivar las principales aglomeraciones urbanas. Si desea ingresar al centro de la ciudad, siga los signos que indican Şehir Merkezi o Centrum. Si se adentra en sectores rurales, tenga precaución. Las carreteras secundarias se encuentran en muy mal estado; son estrechas, sin líneas, con curvas muy cerradas y peligrosas, y en algunas puede haber tramos sin asfaltar. Afortunadamente, no suelen contar con mucho tráfico.

Las estaciones de servicios (benzin istasyonu) suelen concentrarse en las zonas urbanas y las carreteras principales. Si desea visitar ciudades más pequeñas, tenga en consideración que las estaciones están en menor cantidad y suelen ofrecer únicamente gasóleo diésel (dizel o motorin). En caso que utilice automóviles a gasolina (kurşunsuz) u otro combustible, es recomendable ir lo más abastecido posible.

En bus

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Un grupo de dolmuş, taxis colectivos, en Bodrum.

Una buena forma de recorrer Turquía, más allá de las grandes metrópolis, es utilizando los servicios de buses. Existen varias compañías, destacando algunas como Metro Bus, Pamukkale, Varan, Ulusoy y Kamil Koç, las cuales cuentan con una amplia red y servicios de compra en línea de tickets. Las estaciones de buses (otogar) suelen tener una buena oferta de compañías, varios servicios por día a las principales localidades, múltiples conexiones con otras ciudades y precios asequibles.

Los buses suelen ser de buena calidad, aunque eso obviamente dependerá de la empresa elegida. En los autobuses existen azafatos que organizan al pasajero y ofrecen alimentos. También coordinan las paradas en las áreas de servicio; en muchos casos, los usuarios pueden ser transferidos a otros buses, incluso en recorridos que ellos adquirieron como directos.

Junto con los servicios regulares de buses, existen servicios más informales de minibuses o dolmuş. Estos servicios usualmente realizan recorridos dentro de grandes ciudades, desde la periferia al centro, pero también puede encontrar algunos que conectan con pueblos y aldeas que no cuentan con servicios de buses. Los dolmuş suelen iniciar su recorrido cuando se llena (de allí su nombre) y puede pagarle directamente al conductor (kaptan) o a alguna persona designada para ello.

En tren

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Red ferroviaria de Turquía.

El tren es una alternativa interesante al bus, algo más cómoda y más barata, pero más lenta que éstos. TCDD, la compañía ferroviaria estatal, ha llevado un proceso de mejoras del sistema ferroviario en los últimos años, dando paso a las primeras líneas de trenes de alta velocidad. Sin embargo, esto ha provocado que varios tramos estén en construcción o reparación y algunos servicios estén suspendidos. Antes de planificar su viaje, verifique las condiciones del servicio.

Un tren de alta velocidad (YHT) en la estación de trenes de Ankara.

La ruta más relevante es la que conecta Estambul y Ankara. Desde hace algunos años, una línea de alta velocidad (yüksek hızlı tren o YHT) conecta la capital con Pendik, en el sector asiático de Estambul en un tiempo aproximado de 6 horas de viaje. Además, existe un servicio de YHT entre Ankara y Konya. Hay otros servicios desde ciudades como Izmir, Kayseri, Diyarbakir o Edirne, pero los servicios suelen abarcar únicamente las ciudades cercanas. A diferente de otros sistemas ferroviarios, la red turca suele contar con servicios desconectados, por lo que recorrer el país únicamente en tren puede ser fastidioso, con largas esperas en estaciones y varios desvíos.

Los trenes suelen ofrecer servicios de 1.º y 2.º clase. En los trenes nocturnos suelen haber también camarotes (kuşetli) y carros dormitorio (yataklı vagon), aunque verifique esto antes de comprar los pasajes. No todos los trenes, especialmente aquellos dirigidos hacia la zona oriental, cuentan con vagones comedor, por lo que siempre lleve algún tipo de alimento para los viajes, especialmente los más largos.

Los servicios de Inter Rail y Balkan Flexipass son válidos para los trenes turcos, excepto aquellos de carácter internacional hacia Siria, Irán o Iraq. TCCD además cuenta con su propio programa Tren Tur, que consiste de pases mensuales para viajar en los trenes a su cargo. Aunque cuente con pases, consulte con la TCCD si es necesario reservar algún asiento; en algunos casos puede ser necesario, por ejemplo en aquellos trenes que cuentan únicamente con 1.º clase.

Para información sobre horarios y precios, visite el sitio de la TCCD.

Hablar

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El único idioma oficial del país es el turco, una lengua de origen centroasiático, por lo que es muy diferente a los lenguajes hablados en sus países vecinos (a excepción del azerí). Este idioma se escribe con el alfabeto latino, incluyendo algunas letras adicionales; previo a la adopción de dicho alfabeto por Atatürk en 1928, el turco se escribía con la escritura árabe. El turco, al ser una lengua aglutinante, es difícil de comprender y aprender por aquellas personas que hablan español. Pero, por otro lado, el turco es de fácil pronunciación, al tener una alta correlación entre las letras y los sonidos.

El kurdo es hablado por cerca del 10% de la población, principalmente en la zona oriental del país. Hasta el año 2002, el uso del kurdo estaba muy restringido y su uso en medios de comunicación estaba prohibido. Aunque el uso del kurdo ha sido aceptado lentamente por el gobierno turco, su uso sigue siendo relativamente controversial en algunos rincones del país. En algunas regiones fronterizas de la región suroriental podrá encontrar a algunos hablantes de árabe.

En los últimos años, Turquía se ha convertido en un importante polo turístico. En ciudades como Estambul y los balnearios del Mediterráneo, es posible que pueda comunicarse en inglés, especialmente con los operadores turísticos. En lugares como el Gran Bazar es posible incluso hablar con los vendedores en español. Sin embargo, la mayoría de la población -especialmente los de mayor edad- no tiene gran conocimiento del idioma. Debido al alto número de turcos que han sido migrantes en Europa Occidental, es posible que encuentre a algunos hablantes de alemán o neerlandés. En cualquier caso, tenga a mano un diccionario o una lista de frases comunes para tenerlo en caso de emergencia.

Comprar

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El bazar de la ciudad de Tarso.

La moneda oficial es la lira turca (TRY, ), que reemplazó a la antigua lira en 2009. Con el fin de diferenciarla de la antigua moneda, la actual a veces es llamada “nueva lira” (yeni lira, abreviada YTL). Existen monedas de 5, 10, 25 y 50 kuruşes, además de una de 1 lira, mientras hay billetes de 5, 10, 20, 50, 100 y 200 liras. Aunque la moneda de 1 kuruş es de curso legal, su uso está muy limitado, por lo que en general se redondea a los 5 kuruşes.

Existen varias casas de cambio en las ciudades grandes, donde puede convertir dólares, euros y, en algunos casos, libras u otras monedas. Puede también cambiar divisas en bancos, pero suele no ser conveniente; el costo es alto y suelen estar atestados de gente. Si bien algunos lugares turísticos aceptan moneda extranjera, en general lo hacen a un cambio poco conveniente. Las tarjetas de crédito están bastante extendidas en las ciudades y es posible pagar con MasterCard, Visa y, en menor grado, American Express. Los cajeros automáticos son de uso común y podrá, si su banco lo permite, retirar liras de allí.

Visitar los mercados y bazares de Turquía es una experiencia única. Disfrutar de los olores de las especias y de los colores de las delicadas alfombras son un verdadero atractivo turístico. Aquí, el regateo es fundamental y prácticamente obligatorio. Con excepción de supermercados y tiendas pertenecientes a cadenas internacionales, siempre podrá regatear. Con práctica, usted podría llegar a bajar el precio hasta en un 75% respecto al original.

En general, no es considerado obligatorio dejar alguna propina. En restoranes, si es que el servicio ha sido bueno, se suele dejar una propina de un 5% a 10% (hasta 15% en restoranes finos). Dado que no es posible incorporar la propina en el pago con tarjeta, en general la gente deja las monedas sueltas que tenga, con el fin de redondear a una cifra razonable. Eso explica también que los meseros suelan dejar el cambio en monedas. En los taxis, no se deja propina, pero se suele redondear el cambio; si no desea redondear, diga “Para üstü?” (que significa “¿Cambio?”).

Una variedad de platos turcos sobre una bandeja llamada sini.

La comida autóctona turca es una mezcla perfecta entre productos y técnicas provenientes de Oriente Medio y de la costa mediterránea. A ellas se suma el intercambio culinario mantenido con los diferentes rincones por los que se extendió el Imperio otomano. Así, es posible encontrar influencias balcánicas, caucásicas y de Asia Central. Por otro lado, tanto la influencia otomana pasada como los recientes flujos migratorios han expandido la cocina turca a diferentes rincones de Europa, principalmente en la región central y occidental.

Dentro de los productos que más caracrterizan la cocina turca está el uso de especias, de cereales como arroz y burgul, legumbres, vegetales como berenjenas y cebollas, y carnes de vacuno, pollo y cordero. En las zonas costeras del mar Negro y el Egeo es también popular el uso de pescados como la anchoveta.

El plato que más identifica a la cocina turca es el kebab. En general, el kebab corresponde a cualquier tipo de carne que es ensartada en un pincho mientras se asa. Fuera de Turquía se conocen en general dos variedades de kebab: el döner kebab en Europa (carne cortada en láminas, equivalente al shawarma árabe y el gyros griego) y el şiş kebab en América (trozos de carne en pincho, similar a un anticucho). Sin embargo, en Turquía se dará cuenta de la gran variedad de kebabs existentes. Prácticamente todas las ciudades importantes cuentan con su propio medio de preparación. Además del kebab, otros platos populares son los pide (pizzas de masa fina), koftes (mezcla de hamburguesa y albóndiga) y el lahmacun (pizzas turcas con carne).

En general, los turcos toman un desayuno contundente, que puede incluir preparaciones con quesos, tomates, pepinos o aceitunas. El almuerzo suele partir con una sopa, principalmente de lentejas (mercimek çorbasi), y una serie de aperitivos llamados meze. Luego viene el plato principal, para cerrar con los famosos postres turcos, donde destacan los baklava, un pastel de masa filo con frutos secos (nueces o pistacho, principalmente) y bañado en almíbar o miel, o las famosas delicias turcas (rahat lokum), gomitas de diferentes sabores.

En la mayor parte de las ciudades podrá encontrar restoranes de comida turca, además de locales de comida rápida que cuentan principalmente con variaciones de kebabs (destacando el dürüm, que es servido en una tortilla enrollada como un burrito). En las ciudades más grandes hay un creciente grupo de restoranes de comida internacional y grandes cadenas de comida rápida. Para los vegetarianos será difícil encontrar fuera de las grandes ciudades un restorán dedicado exclusivamente a ellos, ya que la mayoría de los platos contienen carne. En los restoranes tradicionales, principalmente en la región del Egeo, podrá encontrar algunos platos de vegetales sazonados en aceite de oliva que pueden servirle. En otras regiones del país, sin embargo, podría tener que recurrir a vegetales enlatados u otros platos preparados para evitar problemas.

Beber y salir

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Junto al café turco, suele servirse una delicia turca para contrastar el sabor amargo del café.

El café (kahve) es uno de las bebidas más tradicionales y su consumo se remonta a la época de gloria del Imperio otomano, desde donde fue exportado y popularizado al resto del mundo. Usualmente es servido en pequeñas tazas junto con un vaso de agua, para evitar que el poso se quede entre los dientes. El café suele ser muy fuerte: el sade kahve es el café negro tradicional, mientras el şekerli, el orta şekerli y el çok şekerli corresponde al café con un poco, algo y mucho azúcar, respectivamente.

Pese a la historia del café, es el té (çay) el que tiene mayor consumo y es hoy la bebida nacional. Aunque recién en los años 1930 se introdujo en el país, hoy Turquía cuenta con varios salones de té para disfrutarlo. Además de las versiones mas tradicionales de té, existen algunas variantes populares como el té de manzana (elma çayı) y el de salvia (adaçayı).

Otra bebida popular es el ayran, una mezcla hecha con agua y yogurt con un poco de sal y sin azúcar. Esta bebida es bastante popular en la región de los montes Tauro, donde destacan las variantes de köpüklü ayaran y yayık ayaranı. El boza es burgul fermentado con agua y azúcar, el cual puede encontrar incluso en supermercados. El sahlep, en tanto, es una bebida caliente, hecha con lecha, raíces de orquídeas, azúcar y un toque de canela.

Aunque la mayoría del país es musulmán, gran parte de la población consume alcohol de forma regular. La cerveza es una de las más consumida, seguida por el vino y el tradicional raki. Este último es la bebida alcohólica más popular de Turquía, se toma disuelta con agua y tiene un gusto anisado y fuerte (unos 40º).

Salir en Turquía es muy diferente según el lugar donde estéis. Estambul y Ánkara son un mundo aparte, mucho más próximo al estilo europeo. Sin embargo, la vida nocturna es muy limitada fuera de las grandes ciudades y la vida social se encuentra en los salones de té, donde en general sólo asisten hombres.

Dormir

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Un resort en Konakli, sobre la costa mediterránea.

La explosión de turismo que ha vivido Turquía en las últimas décadas ha ampliado enormemente las posibilidades de alojamiento en el país. Estambul, al igual que otras ciudades importantes, cuentan con una gran variedad de hoteles, incluyendo varias cadenas internacionales, por lo que tendrá todo tipo de opciones y un amplio rango de precios. Eso sí, debe considerar que Estambul es notoriamente más cara que otras ciudades como Izmir o Ankara o incluso que destinos turísticos específicos como Capadocia o Pamukkale.

Pese a la gran variedad de ofertas, no existe una amplia red de hosteles juveniles fuera de Estambul. En su reemplazo, puede buscar alojamiento barato y sencillo en pensiones (pansiyon en turco), que está disponible en la mayoría de los pueblos y ciudades del país, aunque dirigidos a un público mucho más amplio.

En las costas del Egeo y del Mediterráneo podrá encontrar un buen número de resorts de lujo; además, es común recibir varios cruceros que cuentan con servicios de alojamiento mientras recorren los mares. En tanto, en la zona de Capadocia podrá descansar en alguno de los típicos hoteles-cueva cavados directamente en las rocas de la zona.

Si bien muchos hogares aún cuentan con los llamados baños a la turca, en la actualidad, la mayor parte de los lugares de alojamiento cuentan con inodoros de tipo occidental.

Seguridad

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Un automóvil de la policía turca (polis) frente a su estación.

En Turquía, el teléfono de emergencias para la policía es el 155, el que puede utilizar de forma gratuita en cualquier lugar. Sin embargo, en muchos lugares rurales, la policía no tiene cobertura; en dichos casos, debe llamar al 156 para contactar con la gendermería (jandarma) a cargo de la seguridad en dichos lugares.

En general, Turquía es un país seguro, aunque los turistas pueden encontrar varios problemas de hurto en grandes aglomeraciones (por ejemplo, el Gran Bazar o la plaza Taksim). Use el sentido común: evite caminar con grandes cantidades de dinero en efectivo, no exhiba costosos aparatos electrónicos o joyas, mantenga sus pertenencias a la vista, etc. En general, las ciudades más importantes cuentan con grupos de "policías turísticos" que atienden a los visitantes que han tenido algún problema de seguridad; en general, dichos oficiales hablan inglés y alemán, al menos. Las ciudades más pequeñas suelen no tener problemas de seguridad. En general, la gente es confiable y tratará de ayudarlo siempre que pueda hacerlo.

En los últimos años, el conflicto kurdo, la guerra civil en la vecina Siria y la aparición del Estado Islámico han elevado los niveles de alerta interna en Turquía. Varios atentados terroristas han impactado grandes ciudades como Ankara y Estambul, algunas veces dirigidos a turistas. Estos atentados han sido situaciones puntuales hasta la fecha, pero en cualquier caso, se solicita que los turistas estén atentos en todo momento, eviten concentraciones políticas, porten su pasaporte en todo momento y sigan las instrucciones del personal de seguridad. Sobre todo, se recomienda no viajar al sector sudeste del país, especialmente a lo largo de la frontera de Siria.

Evite beber agua del grifo o de fuentes. Si bien en las ciudades el agua es potable, puede que no esté acostumbrado a ella y le produzca algún problema estomacal. Puede comprar agua embotellada fácilmente y en diferentes tamaños. De igual forma, evite comer en lugares callejeros si usted tiene un estómago sensible, por muy apetecible que parezca la comida.

En caso de sufrir algún problema de salud, existen hospitales públicos y privados en Turquía. Las ciudades más grandes y las zonas turísticas tienen varias clínicas privadas, que atienden más rápido y suelen ofrecer mejores servicios que el sistema público, pero que suelen ser costosos. Es recomendable contratar un seguro de viaje que cubra cualquier problema que reciba. En caso de emergencia grave, los servicios públicos le proveerán de tratamiento lo más rápido posible, lo cual es muy útil especialmente en zonas menos pobladas.

Respetar

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Un hombre orando en una mezquita de la provincia de Antalya.

Turquía es un país predominentemente laico y moderno, esto no significa que no sean religiosos. Casi la totalidad de sus habitantes son musulmanes y muchos de ellos son muy tradicionales en sus costumbres. Esto es importante de considerar al momento de interactuar en Turquía. Si bien los locales suelen ser más tolerantes con los turistas, pues pueden no conocer las costumbres del lugar, siempre es mejor comportarse y evitar problemas.

  • Muchas personas, especialmente en los sectores centrales y orientales del país, es profundamente conservadora y religiosa. Respete la religión de dichas personas; no haga bromas con el Islam y sus tradiciones ni hable mal de ellas. Aunque muchas mujeres usan un velo en su cabeza, si usted no lo usa, no tendrá problemas en la mayoría de las ocasiones.
  • Muchas mezquitas son importantes atractivos turísticos. En general, no hay problema con que usted ingrese, incluso si no profesa el Islam. Si desea ingresar, deberá descalzarse; en muchos casos, las mujeres deberán cubrirse la cabeza con un pañuelo. El ingreso con pantalones o faldas cortas o los hombros desnudos suele estar prohibido. Una vez dentro, manténgase dentro de los espacios de seguridad y no intervenga con los fieles que están practicando su religión. En las mezquitas más grandes podrá interactuar con guías que están ahí para resolver todas sus dudas sobre el Islam.
  • Los turcos están muy orgullosos de su historia y de su nación. Evite cualquier insulto al país, sus símbolos, su gobierno, la figura de Atatürk o cualquier otro símbolo del país. De igual forma, no cuestione temas sensibles (y que pueden ser considerados ofensivos) como el genocidio armenio, el conflicto kurdo o la disputa de Chipre. Hacerlo no sólo le generará problemas inmediatamente con los locales, que pueden reaccionar hasta violentamente, sino con el gobierno: las ofensas a la nación turca son un delito que implica penas de cárcel entre 6 meses y 2 años.
  • Evite muestras públicas de afecto, especialmente en las regiones más conservadoras. De igual forma, mantenga la distancia con los locales, especialmente si son mujeres; responda dando la mano o abrazando sólo si su interlocutor lo ofrece primero.
  • Estar ebrio en la vía publica es un comportamiento bastante mal visto.
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