Esta ruta por el paisaje de interés cultural de Vélez-Blanco propone un recorrido por una selección de lugares de esta localidad y su entorno más inmediato desde los que pueden observarse tanto diversas cuentas visuales del marco territorial en el que se encuentra como de las características de su paisaje urbano. El paisaje de Vélez-Blanco está inscrito en Registro de Paisajes de Interés Cultural de Andalucía y la documentación original de referencia está disponible en la web de la Guía Digital del Patrimonio Cultural de Andalucía.
Comprender
editar“ | Vélez Blanco, la flor del Marquesado, |
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La localidad de Vélez-Blanco se asienta en un territorio accidentado, arropada en su parte nororiental por las montañas de la Sierra María, de materiales calizos y dolomíticos como la Muela de Montalviche (1.554m); al sur por el Maimón Grande (1.761m); al suroeste por el Maimón Chico (1,307m); al norte por el Cerro El Gabar (1.511m); y al este el gran valle, con su extensa y fértil vega gracias a la abundancia de agua.
Esta situación geográfica, óptima para establecer una posición de dominio y aprovechar la abundancia de los recursos naturales del entorno, ha provocado desde la Prehistoria la proliferación de un gran número de asentamientos cuyos vestigios se encuentran repartidos por el territorio inmediato. Asimismo, desde la Edad Media en época andalusí, la posición privilegiada también determinó la elección del promontorio que ocupa la localidad actual para la construcción de una fortaleza que permitiera el desempeño de la vigilancia, la defensa y el control territorial en la zona, resultando muy activa en la estrategia militar de la Banda Morisca. Tras su toma por la corona castellana en 1570, la reutilización de esta alcazaba y su posterior transformación desde el siglo XVI en sede palaciega de la casa nobiliaria del marquesado de Los Vélez contribuyó a su perpetuación como referente paisajístico, aumentado por el paulatino crecimiento que, entre los siglos XV y XIX, ha experimentado la localidad quedando imbricada entre los barrancos.
Vélez-Blanco, perteneciente a la Comarca de Los Vélez, se encuentra en la parte más septentrional de la provincia a una altitud de 1.080 metros, siendo en la comarca el mayor término municipal que integra un 30% de su superficie en el Parque Natural de Sierra María-Los Vélez. Su situación, en el vértice superior de la provincia, le hace lindar con tres comunidades y con cinco provincias: Albacete, Almería, Granada, Jaén y Murcia. Limita con los municipios almerienses de Vélez-Rubio y María; con el municipio granadino de la Puebla de Don Fadrique; y con los municipios murcianos de Caravaca de la Cruz y Lorca; estando a 168 km de distancia de Almería capital. En Vélez-Blanco se han asentado numerosos pueblos como los íberos, los romanos, los visigodos o los musulmanes, debido a su posición privilegiada en altura, por ser vía de comunicación entre el sur de la península y el levante, además de cruce de caminos, y por la abundancia de agua que ha impulsado el poblamiento del territorio al permitir una agricultura de regadío basada en una red de acequias consolidada desde época andalusí. En sus proximidades discurren los ríos Alcaide, también conocido como Caramel, y Claro o Corneros; las ramblas de Rambla Mayor, Rambla de la Tía Apolonia, Rambla Seca y Rambla de Chirivel; barrancos como el de La Fuente y el de la Canastera, a los que confluyen varios arroyos que surcan las proximidades; y la existencia de una gran riqueza de aguas subterráneas que afloran en numerosos manantiales.
En Vélez-Blanco pueden encontrarse yacimientos y cuevas de gran interés patrimonial contempladas en la declaración de Patrimonio Mundial por la UNESCO de 1998 al estar integradas en el Conjunto del Arte Rupestre del Arco Mediterráneo de la Península Ibérica. Una de las mejores representaciones del Paleolítico Superior y del Neolítico está en la Cueva de Ambrosio, Monumento Natural de Andalucía, en la que se conserva la pintura rupestre que se ha convertido en el símbolo de la provincia de Almería, el «Indalo». Del Neolítico tardío o Edad de Cobre destaca la Cueva de los Letreros.
De época andalusí pueden observarse testimonios arquitectónicos que forman parte de la ciudad actual como su alcazaba, una de las fortalezas más inexpugnable de este territorio, en la que destaca el alzado de su palacio renacentista. Además, se conserva fácilmente apreciable la estructura del caserío medieval, particularmente en el Barrio de la Morería, aunque ha perdido la doble muralla que lo protegía. De la misma época es la creación de una red de acequias que ha permitido el aprovechamiento de los recursos hídricos de la zona, de las cuales aún se conservan algunas conducciones que participan muy determinantemente en la conformación del paisaje rural de la vega.
En 1488, con la conquista del Reino de Granada, el pueblo y su territorio fueron cedidos a Don Pedro Fajardo y Chacón, otorgándosele el título de marqués de Los Vélez, y encargándosele la rehabilitación de la alcazaba árabe, momento en el que se lleva a cabo la construcción del nuevo castillo, actualmente, uno de los referentes más destacados del paisaje y símbolo identitario colectivo para la población.
El paisaje cultural de Vélez-Blanco ofrece fuertes contrastes que van desde las sierras, con las umbrías de frondosos bosques y las áridas solanas, a las laderas aterrazadas con cultivos de huerto, descendiendo a la llanura de la vega, donde los campos cerealísticos y olivareros se extienden con mayor amplitud, formando un entorno natural singular muy rico en biodiversidad y haciendo que el sector agrario sea uno de los principales motores económicos del lugar. Junto a éste, el desarrollo turístico más reciente se ha convertido en un sector emergente que permite disfrutar de actividades de ocio al aire libre y la puesta en valor del legado patrimonial que conserva este territorio y el casco urbano, declarado en 1987 Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico. Antes de comenzar la ruta a Vélez-Blanco se recomienda visitar tres emplazamientos desde los cuáles observar y contemplar el pueblo desde perspectivas de larga distancia: la carretera provincial A-9103, con una vista inigualable del conjunto del pueblo; el mirador Collado de las Arenas, que cuenta con una mínima infraestructura, desde el que pueden divisarse el castillo y La Muela Grande como suspendidos en el aire, enmarcados por los perfiles de las sierras; y el lugar de la Cueva de los Letreros, un mirador natural en altura desde el que puede contemplarse la vasta extensión de la vega hasta el horizonte más lejano. En esta ruta, la primera parada se sitúa en el Mirador Balsa Parra a la entrada del pueblo por la carretera de Vélez-Rubio, desde el cual se puede contemplar dos de los hitos que más definen el paisaje: la Vega y la Muela de Montalviche, en la Sierra del Gigante. La segunda parada se establece en la Fuente Caños de la Novia, para contemplar el Barranco de la Canastera. Siguiendo el recorrido, la avenida Corredera es la tercera parada para interpretar la expansión urbanística efectuada tras el dominio de la corona de Castilla. La cuarta parada se sitúa en el Barranco de la Fuente, y la quinta en la plazuela que antecede el Convento de San Luis Obispo, magnifico lugar desde donde contemplar el paisaje urbano y su caída hacia la vega. La sexta en el Almacén del Trigo ubicado en el extremo más oriental de la localidad. La séptima, en la Fuente Caños de Caravaca; la octava en el Barrio de la Morería para recorrer sus estrechas calles; y, por último, la novena en el castillo de los Marqueses de los Vélez, que en la cima del promontorio, permite contemplar el paisaje en toda su dimensión efectuando una panorámica circular completa.
Llegar
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editarTrayecto: Inicio en la calle Balsa Parra, entrando al pueblo por la carretera A-317 desde Vélez-Rubio
En el mirador de Balsa Parra se tiene un posicionamiento excepcional para observar la gran amplitud de este paisaje, en el que actúan como principales rasgos definitorios la localidad de Vélez-Blanco sobre el promontorio, el espacio ocupado por los terrazas de cultivo y la vega hasta llegar a La Muela, uno de los referentes naturales más connotados por la población. |
Situado a la entrada del pueblo, desde este mirador de Balsa Parra se tiene una panorámica que permite observar el paisaje del caserío que baja por la ladera este del cerro. las terrazas, la vega y la Sierra del Gigante con La Muela Grande . La vista desde esta situación, en el pleno borde del precipicio, transmite la sensación de estar en contacto directo con la amplitud del entorno. La Vega de Vélez-Blanco conforma un paisaje cultural singular generado por el material erosionado de los montes y la acción de los pueblos que han ido habitando este territorio donde, en torno a las huertas, se ha desarrollado una cultura del agua que permanece viva. Las tierras de la ladera, organizadas en bancales, se sustentan por este estricto aprovechamiento del agua mediante la construcción de balsas, hilas, ríos, fuentes, etc., que, a su vez, frena la erosión y retiene el agua en el paisaje contribuyendo a preservar su carácter tradicional. Las huertas velezanas, de origen andalusí, responden a una peculiar forma de agricultura en bancales que ha permitido históricamente a esta localidad aprovechar de manera eficaz los recursos hídricos disponibles para regar y diversificar los cultivos, contribuyendo a facilitar la ocupación del territorio. Desde este mirador también puede contemplarse como se extiende la vega hasta alcanzar la falda de La Muela Grande, uno de los montes de la Sierra del Gigante que es el elemento geográfico más connotado por la población de Vélez-Blanco, verdadero hito natural y visual omnipresente en el paisaje y en el recorrido de esta ruta. Además, el campo de visión que ofrece este mirador hacia el este, amplio y dominante, también permite alcanzar en la lejanía del horizonte las tierras del sureste de la Región de Murcia.
- La vega de Vélez-Rubio, cercada por el pueblo y la Muela
Trayecto: Desde la calle Balsa Parra hasta la Avenida Corredera nº5 (7 minutos)
La fuente de los Caños está asociada a una leyenda que narra el encuentro entre una joven, que bajaba de noche sonámbula y se despertaba al mojarse en el agua, y un forastero, quien la observaba escondido y la cubrió con su capa iniciando una historia de amor entre ambos. |
Dejando atrás el Mirador Balsa Parra, la ruta se dirige hacia la 1 avenida Corredera , desde donde puede verse como el casco urbano desciende por la ladera del cerro. En esta calle se encuentra la 1 Fuente de los Caños de la Novia , de la que mana el pequeño torrente que discurre por el 2 Barranco de la Canastera, una de las formaciones naturales que más han condicionado la morfología del pueblo. Esta fuente ofrece sus aguas cristalinas y está asociada a la leyenda que le ha dado nombre, protagonizada por dos jóvenes que se enamoran en ella y que ha mantenido en la población la costumbre de ser frecuentada por la población más joven. Desde esta fuente se accede al Barranco de la Canastera, un lugar recóndito desde el que puede observarse como ha quedado el caserío levantado sobre la parte alta de los pronunciados cortados, dejando entre ellos un profundo valle por el que discurre el agua con dirección a la vega. Este trayecto está densamente poblado por arboledas y una frondosa vegetación de ribera y es recorrido por un sendero paralelo al arroyo que permite transitarlo y contemplar las acequias que distribuyen el agua a lo largo de su recorrido. Esta fuente, así como otras muchas que existen en la localidad, testimonia la estrecha relación que guarda el conjunto urbano de Vélez-Blanco con el agua, habiéndose conformando todo un sistema de aprovechamiento de los torrentes que bajan desde la sierra que cuenta con una red de infraestructuras en la que participan un gran número de aljibes, acequias menores, norias, molinos, etc. Este conjunto de obras jalonan el curso del arroyo hasta aproximarse a los primeros campos de cultivo que dan inicio en la parte más baja al amplio espacio de la vega.
- Los Caños de la Novia.
- Detalle de los caños.
Trayecto: Avenida Corredera nº 5 hasta el nº 24 (1 minuto)
La avenida Corredera es el actual centro neurálgico de la localidad y presenta relevantes hitos arquitectónicos del paisaje urbano como la iglesia de Santiago Apóstol, el ayuntamiento o una gran parte de casas de medianos y grandes propietarios cuyas fachadas repiten el esquema de dos plantas nobles y una tercera de menor altura. |
Continuando la 2 avenida Corredera se llega hasta la 3 fuente de los Caños de la Plaza, situada en una encrucijada de calles donde esta avenida adopta un trazado longitudinal. Manteniéndose como la principal vía de la localidad, recorre la expansión renacentista, muy marcada por sus ejes rectilíneos que la diferencian de los del barrio medieval contiguo de 1 La Morería. A partir de este eje principal las calles secundarias no están condicionadas por la orografía del terreno, más llano en esta zona del promontorio, que ha permitido el trazado de un barrio, en el que predominan las calles rectas dispuestas en manzanas rectangulares, en el que aparecen los edificios más destacados renacentistas y barrocos. En la actualidad la Corredera es el centro neurálgico de la localidad, espacio que concentra la vida social y económica y en el que se encuentran las principales casas palaciegas históricas, el inmueble de la antigua cárcel ocupado por el ayuntamiento, la biblioteca municipal o la 3 Iglesia de Santiago Apóstol . Este templo, de estilo mudéjar construido en el siglo XVI con una sola nave y capillas laterales entre los contrafuertes, es uno de los hitos arquitectónicos más destacados del paisaje urbano junto al castillo y la 4 iglesia de la Magdalena , destacando con su torre-campanario que puede divisarse en el paisaje desde la lejanía y desde múltiples posicionamientos del interior del casco urbano. En el siglo XIX concluye el proceso de conformación de este sector de la localidad, centuria en la que aparece una tipología de vivienda, perteneciente a medianos y grandes propietarios, que tiene mayor desarrollo en planta y presenta fachadas de gran altura de paramentos encalados con ventanas y balcones protegidos por rejas artísticas de forja, conformando un estilo muy representativo de la arquitectura de la comarca que ha dado en llamarse «estilo clásico velezano» del que, por ejemplo, participa la actual fachada del ayuntamiento.
- Avenida Corredera
- Fachada del ayuntamiento
Trayecto: Desde la Avenida Corredera nº 24 hasta la calle Federico Motos números 16 -18 (5 minutos)
En Vélez-Blanco, el mantenimiento de «el alporchón» –una práctica tradicional para regular el uso del agua cuyo origen se remonta al período andalusí– hace posible la su gestión mediante el «tribunal de aguas», institución que gobierna el sistema de reparto «a manta» garantizando el acceso a la totalidad de las terrazas escalonadas que descienden por la ladera del promontorio. |
Al final de la avenida Corredera, situados en la calle Federico Motos entre los números 16 y 18 se encuentra la bajada al 4 Barranco de la Fuente. Entre estas dos viviendas, un estrecho callejón permite el acceso a un sendero rehabilitado que recorre este barranco que, como el 5 Barranco de la Canastera, también determina fuertemente la fisonomía del pueblo así como la inevitable presencia del agua. La densa vegetación que crece en este barranco dota a la localidad de un espacio de sombra en el que el sonido del agua proporciona una sensación de relax. La localización de Vélez-Blanco en la Sierra María propicia la abundancia de agua en el pueblo, generando todo un sistema de aprovechamiento tradicional de este recurso natural que permanece a lo largo de su historia y que ha creado un legado patrimonial en el que destacan un gran número de elementos arquitectónicos como las muchas fuentes que pueden encontrarse a lo largo de esta ruta, entre las que destacan la de 6 Caños de la Novia , 7 Fuente Caños de la Plaza, 8 Cinco Caños, 9 Caños de Caravaca , 10 Caños del Mesón o 11 Fuente de la Alameda, así como lavaderos, abrevaderos, acequias, aljibes, norias o molinos. La estrecha relación entre el conjunto urbano y el agua tiene un claro ejemplo en el número 31 de esta calle, el Centro de Interpretación de la Cultura del Agua, El Alporchón , un antiguo edificio donde la comunidad de regantes heredera de esta cultura centenaria se reúne para repartir las aguas a través de un sistema de subasta muy particular llamado alporchón. Con este término de origen romano se denomina la actividad que desempeña un tribunal de aguas regido por un fiel, «el fiel de aguas», que controla su buen uso en el municipio subastando las tandas de riego todas las mañanas.
- Centro de interpretación «el Alporchón»
- Fuente de los caños de la novia
Trayecto: Bajada al Barranco de La Fuente en calle Federico Motos nº 16 hasta la calle Cantarerías nº 11 (10 minutos)
Desde el mirador del convento de San Luis Obispo puede contemplarse la secuencia generada en el paisaje del Conjunto Histórico de Vélez-Blanco en una evolución que se inicia en la construcción del castillo en la Edad Media y desciende por el promontorio durante los siglos XVI al XIX hasta encontrar el borde norte del Barranco de la Fuente. |
Una vez terminado el recorrido del 12 Barranco de la Fuente, ascendiendo por la calle Cantarerías se llega al 5 Convento de San Luis Obispo . Fundado bajo el patrocinio de Don Luis Fajardo Requensens entre 1601 y 1615, se procedió a la construcción del edificio mudéjar-renacentista del que se conserva la pequeña torre y la fachada del templo, en la que se abre una portada plateresca decorada con los escudos del cuarto marqués de Los Vélez. La ubicación de este convento condicionó la expansión del caserío generando en su entorno, un nuevo sector de la localidad que es conocido actualmente como «2 El Barrio» condicionado por la topografía abrupta del terreno adaptándose al relieve de la pendiente hasta llegar a la caída del barranco. Al final de la calle Cantarerías, saliendo del pueblo hacia el noreste, se conecta con las huertas más cercanas al borde urbano, en las que el terreno se vuelve suavemente ondulado y se repiten pequeñas lomas ocupadas por extensos campos cerealísticos. Desde este punto, dirigiendo la vista hacia el oeste, puede contemplarse una panorámica inigualable del Conjunto Histórico que informa claramente sobre la secuencia del proceso histórico que lo ha generado. Resaltan, en la cota más alta del promontorio el alzado del 6 palacio-fortaleza de Los Fajardos , con su alta torre del homenaje, principal referente paisajístico del lugar; la 7 Iglesia de la Magdalena situada a los pies del castillo en el barrio medieval de 3 La Morería, que adapta su caserío encalado a la pendiente; y la 8 Iglesia de Santiago Apostol que marca el inicio de la expansión renacentista, sector que llega hasta el Barranco de la Fuente conformando una línea muy nítida que distingue el caserío asomado sobre las paredes del barranco.
- Antigua iglesia de la Magdalena
Trayecto: Calle Cantarerías n.º 11 hasta la Avda. Marqués de Los Vélez n.º 100 (7 minutos)
El aprovechamiento agrario se mantiene en la actualidad como el principal motor de la economía de Vélez-Blanco, en la que se conservan técnicas tradicionales como la del «alporchón», para el reparto del agua, o la de «año y vez», para el cultivo bianual o trianual de los campos de cereal. |
Desde la calle Cantarerías, se continúa por la calle Concepción hasta llegar a la avenida Marqués de Los Vélez, donde se encuentra la 13 Fuente de la Alameda y el Centro de Visitantes Almacén del Trigo, sexta parada de la ruta. Este centro de recepción e interpretación del Parque Natural Sierra María-Los Vélez , primer parque natural de Andalucía declarado en 1987 afectando un 30% del término municipal de Vélez-Blanco, permite conocer los valores naturales y culturales del parque, así como la estrecha relación que mantienen con la economía tradicional local. La antigua función de este edificio, construido para almacenar cereal, lo erige como un testimonio de la importancia que tuvo el cultivo del trigo para la producción de harina en los molinos de la zona, principal motor económico cuyos orígenes se remontan al siglo XVI que, en la actualidad, alterna con el de la producción de cebada. Desde la mitad de a década de 1970, se ha potenciado el cultivo del almendro en tierras de secano y el olivar en grandes superficies, aunque la actividad de la molienda en las almazaras de la localidad ha decaído prácticamente en su totalidad. Actualmente, en este paisaje predominan los cultivos de huerto y frutales en los bancales construidos próximos al pueblo, donde se mantiene el riego «a manta», técnica que los inunda por completo; los campos de cereal cultivados con el tradicional sistema de rotación bienal conocido como «año y vez», que deja descansar la tierra labrada sin cultivar durante un año; las extensas propiedades de olivar que se extienden en la vega; la producción de lino, cáñamo y esparto; y una economía más precaria que aprovecha los recursos del espacio forestal que aporta el beneficio derivado de la tala para la industria maderera, la recolección de setas o plantas aromáticas para la elaboración de esencias, etc.
Trayecto: calle Primavera, calle Madrid, calle Belén, calle San Fernando, Fuente de los Caños de Caravaca (7 minutos)
Desde el mirador inmediato a la fuente de los Caños de Caravaca se puede observar otra de las grandes perspectivas del paisaje de Vélez-Blanco en la que se divisa la bajada del barranco de la Fuente abriéndose a la vega presentando referentes paisajísticos muy relevantes en la cercanía, como la Casa de los Arcos, o en la lejanía, como la torre del convento de San Luis Obispo y la montaña de la Muela Grande. |
Después de visitar el 9 Almacén del Trigo, el siguiente hito de la ruta es la 14 Fuente de los Caños de Caravaca , sita en la calle San Fernando. Construida por el primer marqués de Los Vélez en el siglo XVI para abrevar las caballerizas y el ganado, se encuentra muy reformada aunque conserva la pequeña pila que recoge el agua de cuatro caños y un abrevadero lateral que delimitan una plazoleta. Desde ella, la perspectiva hacia la cima del promontorio muestra el estrato rocoso y el inicio del barranco para abastecer la fuente y cruzar el puente que salva el trazado de la calle. En el lado contrario, desplazándose ligeramente hacia la calle Federico Motos, un tramo libre de edificaciones y protegido por una balaustrada es un excepcional mirador para tender la mirada sobre el resto del barranco y ver como toma amplitud en su bajada hacia la vega cruzando toda la localidad de oeste a este. En este otro trayecto, el curso del arroyo desciende llegando al 15 Lavadero Municipal del Portillo, otro de los ejemplos de arquitectura local destinado al aprovechamiento del agua para uso público. Desde este mirador también puede observarse la 10 Casa de los Bañones , inmueble que participa en el paisaje urbano con una gran presencia al presentar una enorme fachada recorrida por una galería abierta de arcos de medio punto sobre los que se abren óculos. También llamada Casa de los Arcos, es un edificio de influencia barroca que ocupa la ladera del barranco a media altura dedicado en la actualidad a hospedería. Más hacia el oeste, este estratégico punto de observación proporciona una vista de gran belleza con el paisaje agreste del barranco, algunas de sus casas tradicionales y la silueta esbelta de la torre del 11 convento de San Luis Obispo dibujada ante el perfil de la sierra, donde la gran montaña de La Muela vuelve a aparecer como referente ineludible del paisaje.
Trayecto: Desde la Fuente Caños de Caravaca a la calle Calasparra (2 minutos)
El barrio de la Morería es el primer sector ocupado por la población andalusí en las inmediaciones de la alcazaba, presenta el trazado característico de época medieval adaptado a las curvas de nivel y conserva la mayor parte del caserío vernáculo de la localidad. |
Partiendo de la 16 Fuente de los Caños de Caravaca , la subida al 4 barrio de la Morería comienza adentrándose por la calle Calasparra, donde puede observarse el cambio radical del trazado urbano respecto del existente en la ampliación renacentista. En esta zona, se conserva escasamente alterado el crecimiento orgánico de época andalusí que se adapta a las cotas del promontorio generando un viario ligeramente curvo, con calles paralelas que ascienden hasta tocar las primeras estructuras defensivas del castillo, calles conectadas transversalmente por otras que salvan la diferencia de altura mediante pronunciadas pendientes o tramos con peldaños. En este barrio se conserva la mayor parte del caserío vernáculo de la población, viviendas unifamiliares que, salvo en algunas excepciones, se mantienen líneas sencillas de los paramentos encalados en los que se abren vanos de reducido tamaño. En origen, este sector de la actual localidad estuvo ocupado por la población andalusí, situada por razones de operatividad defensiva inmediata a la fortaleza y cerrada por un recinto amurallado no conservado que contactaba con el exterior mediante tres puertas, también desaparecidas. En su interior queda situada la antigua mezquita –convertida en templo cristiano bajo la advocación de 12 Santa María Magdalena tras la toma del sitio por la corona castellana en 1570– que todavía conserva tramos de sus muros en la nave y en la torre del campanario mudéjar, otro de los referentes paisajísticos más destacados. En este barrio puede visitarse otra de las fuentes de la localidad, la de los 17 Cinco Caños, construida en el siglo XVI en la que reza
“ | QUIGUSTAD HOS LATICES NON OBLIVISCITUR,
«Quien beba de esta agua no la olvidará jamás». |
” |
- Antigua iglesia de la Magdalena
Trayecto: Desde la calle Calasparra hasta la calle Castillo, s/n (6 minutos)
La observación del territorio circundante desde el castillo de Vélez-Blanco permite entender las razones de la elección del lugar para el desempeño de la defensa, mientras, la presencia de su esbelto alzado le hace ser uno de los ejemplos más destacados de los paisajes andaluces que testimonia el interés pretérito del estamento nobiliario por hacer visible su hegemonía en determinados lugares. |
Desde el barrio de la Morería, subiendo por la calle Castillo se alcanza la zona más alta del cerro donde se encuentra el Castillo del marqués de Los Vélez . También denominado Fortaleza de Los Fajardos, fue construido por Don Pedro Fajardo y Chacón en 1504 aprovechando estructuras de la antigua alcazaba andalusí, cuyos vestigios más visibles responden a unos sillares mantenidos en la entrada. Del castillo renacentista no se conservan in situ los pórticos que formaban las galerías perimetrales del patio principal y otros elementos arquitectónicos como marcos de puertas y ventanas o motivos heráldicos labrados en piedra, vendidos en 1904 al Museo Metropolitano de Nueva York. Este castillo presenta una galería orientada hacia el este que permite establecer largas visuales sobre el paisaje de la vega y La Muela Grande . En sus inmediaciones, dirigiendo la mirada más al este, pueden contemplarse los bancales de las huertas y como se adentra la vega con sus campos de cultivo en la profundidad del paisaje, perdiéndose en el horizonte hasta conectar con las estribaciones de la sierra. Desde aquí también puede tenerse una maravillosa vista de otro de los valores más destacados del paisaje: el caserío vernáculo que se derrama por la ladera este desde el primitivo y más alto barrio de la 5 Morería hasta los inmuebles que conforman el borde urbano en la parte baja. En la actualidad, este posicionamiento permite disfrutar del paisaje e interpretar las posibilidades que ofrecía este promontorio en el desempeño de estrategias para la vigilancia, la defensa y el control territorial, así como el papel que presenta como referente paisajístico de primer orden que informa sobre el antiguo poder del estamento nobiliario en el lugar.
- Escudo de los Fajardo
Seguridad
editarEl itinerario transcurre por lugares seguros de baja criminalidad. Deben tomarse las medidas habituales de seguridad como mantener el coche cerrado o tener a la vista mochilas u otros objetos. Como en casi todo el resto de España el cuerpo de policía rural es la Guardia Civil. Vélez-Blanco tiene su propia policía municipal.
En muchos lugares del recorrido no existen zonas de sombra, por lo que es recomendable llevar protector solar y sombrero en épocas de mayor calor. El acceso a muchos lugares puede no ser accesible o incluso necesitar de calzado y ropa de senderismo o parecida.
- Emergencias. Teléfono gratuito: 112
- Guardia Civil. Teléfono gratuito: 062
Salud
editarLos hospitales más cercanos a las zonas del itinerario son:
- 13 Consultorio Vélez Blanco, Calle Arco, 4, 04830, Vélez-Blanco, Almería. ☎ +34 950 41 95 00
- 14 Hospital Universitario de Torrecárdenas, Calle Hermandad de Donantes de Sangre, s/n., 04009, Almería. ☎ +34 950 01 61 14, fax: +34 950 01 61 20
- 15 Hospital de La Inmaculada, Avda. Dra. Ana Parra, S/N 04600 Huércal-Overa. ☎ +34 950 02 91 76, fax: +34 950 45 10 40, ✉: h.inmaculada.sspa@juntadeandalucia.es
Próximo destino
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