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Las islas Feroe (Føroyar en feroés, Færøerne en danés) es un archipiélago compuesto por 18 islas en medio del Atlántico Norte, al norte de Escocia y a medio camino entre Islandia y Noruega. Políticamente, conforma un territorio administrativo del Reino de Dinamarca. Estas aisladas islas, cubiertas por escarpadas montañas y habitadas por grandes colonias de animales, son un interesante destino para aquellos que quieren aventurarse en las cercanías del círculo polar ártico.

Comprender

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Los riscos de la costa sur de la isla de Suðuroy.

Las islas Feroe son un conjunto de escarpadas islas ubicadas en la parte más boreal del océano Atlántico, a algunos cientos de kilómetros de Islandia, Escocia y Noruega. Su población no supera los 50 000 habitantes, pero esto no quiere decir que las islas sean deshabitadas: unas 70 000 ovejas recorren sus colinas y sobre 2 millones de aves de diferentes especies viven en sus costas. Sus verdes colinas y acantilados, sus costas azotadas por fuertes vientos y los pequeños poblados de pescadores que posee este archipiélago son un destino ideal para aquellos que busquen alejarse de la agitada vida de la ciudad. Los escenarios naturales feroeses atraen cada año a más personas decididas a recorrerlos, ya sea caminando, en bicicleta o a caballo. En muchas ocasiones, la niebla cubre las colinas y le dan un aspecto místico, en el que uno puede sentirse dentro de una antigua leyenda. En 2007, la revista National Geographic Traveler incluyó a las islas Faroe como uno de los destinos insulares más atractivo del mundo.

Debido a su ubicación geográfica, la época de turismo en las Islas Feroe es realmente corta: comienza en mayo y termina en septiembre. Si se quiere evitar la época más movida es mejor visitar las islas en mayo o a principios de junio, pero no espere temperaturas muy altas aunque sea verano. Como las islas rozan el círculo polar ártico, la luz solar varia según las estaciones, el sol casi no se pone durante el verano por lo que sólo deja un par de horas de semi-oscuridad; en invierno, en cambio, sólo hay 5 horas con luz solar y el resto es de noche.

Las islas Feroes se dedican principalmente a la industria pesquera, siendo una de las entidades económicas independientes más pequeñas del mundo. Cerca del 80% de las exportaciones provienen de esta industria. El turismo ha lentamente ido creciendo y ya es la segunda actividad económica del país en importancia, seguido por la producción de lana y otras manufacturas. Pese al bajísimo nivel de cesantía, la población feroesa se está enfrentando en la actualidad con el dilema de su futuro: aunque la industria pesquera es boyante, cada vez es menos popular entre los jóvenes trabajar allí y prefieren dedivarse al servicio público y otras actividades en sus pueblos, que sin embargo por su reducida población tienen un número limitado de trabajos.

Historia

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Parte de la herencia vikinga se refleja en este mascarón con cabeza de dragón en un bote para la práctica del tradicional Havnarbáturin.

Aunque existen pruebas que demuestran la existencia de vida humana en las islas hacia el siglo IV, fue recién en el siglo IX que las Feroes fueron habitadas permanentemente por colonizadores vikingos. La saga Færeyinga relata que Grímur Kamban, de probable origen hiberno-nórdico, habría llegado a las islas cerca del año 825. Una nueva ola de colonos, provenientes de Noruega, llegó hacia 890. La comunidad vikinga originaria creó en el siglo X una pequeña mancomunidad dirigida por un parlamento llamado Løgting y que se dedicaba a la exportación de pescados y lana de ovejas con el resto de las costas nórdicas. El nombre Feroe vendría del nórdico antiguo Fær-øer, «isla de ovejas».

A comienzos del siglo XI, el rey Olaf I de Noruega decidió convertir a la población local al cristianismo. Su principal agente, Sigmundur Brestisson fue asesinado en 1005; su lápida en Skúvoy es uno de los monumentos más importantes del archipiélago. Fue finalmente durante el gobierno de Olaf II que las Feroes fueran convertidas y sometidas al dominio de Noruega. En 1035, el archipiélago perteneció al feudo del noruego Leivur Øssursson, lo que puso fin a la era vikinga. Sin embargo, la lejanía de estas tierras de su señor feudal permitió que los feroeses mantuvieran su autonomía.

La tumba de Sigmundur Brestisson en Skúvoy (situada a la izquierda de la imagen).

La peste negra, el endurecimiento del clima y la sucesión de regulaciones al comercio generaron un aumento en la pobreza del territorio y la economía se resintió. Muchos granjeros tuvieron que ceder sus tierras a la iglesia y las islas comenzaron a depender cada vez más de la metrópoli. En 1397, Noruega, Dinamarca y Suecia lograron la unificación de sus reinos; el pacto no logró durar mucho más que un siglo y en 1523 se disolvió. Aunque legalmente eran dos países con igual importancia, Noruega quedó sometida a Dinamarca y sus colonias (incluyendo las Feroes) pasaron a ser administradas directamente por el gobierno danés.

Se estableció un monopolio sobre el comercio en las islas, que además fueron asoladas por piratas. El rey danés Cristián III obligó a la adopción del luteranismo y la catedral católica de las Feroes fue demolida. En 1817, el avance danés sobre el territorio fue más agresivo, disolviendo el Løgting y convirtiendo al archipiélago en un amt o condado, igual al de uno en territorio continental. El idioma danés fue establecido como obligatorio en desmedro del feroés. En 1850 los feroeses tendrían algo más de autonomía enviando dos diputados al Congreso danés, y en 1852 el Løgting fue reinstaurado, aunque sólo como un organismo asesor.

Las bases de un antiguo puesto de artillería británico. Para el Reino Unido, controlar las Feroes era fundamental para evitar una invasión nazi a sus tierras.

Hacia fines del siglo XIX, el desarrollo de nuevas técnicas pesqueras permitieron el acceso a las aguas profundas del Atlántico y el establecimiento de la pesca industrial, mejorando el desempeño comercial de las islas. Esta nueva bonanza económica sirvió de plataforma para los deseos de autonomía e independencia de los locales. Durante la Segunda Guerra Mundial, el Reino Unido invadió las islas Feroe para evitar una conquista por parte de la Alemania Nazi, que ya había ocupado Dinamarca. El gobierno británico permitió el desarrollo del gobierno local y el Løgting asumió el poder legislativo, lo que fue bien recibido por los feroeses. Al término de la guerra, las islas fueron devueltas a la liberada Dinamarca, pero los locales aprobaron la independencia de las islas en un estrecho referendo. Dinamarca rechazó el plebiscito y disolvió el gobierno. Tras nuevas elecciones, los partidos contrarios a la independencia obtuvieron mayoría en el Løgting y aprobaron una ley de autogobierno local, con el apoyo de la metrópoli.

La nueva autonomía que recibió las Feroes les ha permitido manejar todos los temas del territorio, a excepción de la justicia, defensa, relaciones exteriores y la moneda. Incluso, las Feroes rechazaron unirse a la Unión Europea cuando Dinamarca lo hizo en 1973. Sin embargo, no todos los feroeses están contentos con dicha situación: en la actualidad, cerca de la mitad de los habitantes están a favor de la independencia y la otra mitad prefiere mantener las relaciones con Dinamarca. Esta proporción suele variar acorde a la situación local: en los años 1980, los deseos autonomistas alcanzaron mayor popularidad producto de la bonanza económica, pero la crisis pesquera de los años 1990 redujo significativamente ese apoyo y los bancos locales debieron solicitar apoyo financiero a la metrópoli.

Geografía y clima

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Miles de colonias de aves se ubican junto a los escarpados acantilados de las Feroes.

Las islas Feroes son un archipiélago de origen volcánico ubicado en medio del Atlántico Norte. Es un territorio bastante aislado del resto del mundo: se ubica a 260 kilómetros de la costa escocesa, unos 450 km de Islandia, 670 km de Noruega y a 990 km del territorio continental de Dinamarca.

Las 18 islas que conforman este archipiélago son escarpadas y rocosas, separadas por fiordos. La mayor distancia de la costa que se puede alcanzar en las islas es de unos 5 kms. La isla más grande, Streymoy, tiene una superficie de 373,5 km², seguida en tamaño por Eysturoy (286) y Vágar (177,6). La cuarta más poblada es a la vez la más austral: Suðuroy.

Las islas tienen un clima marítimo, similar a sus países vecinos, pero mucho más impredecible. Puede variar con suma rapidez, pasando de momentos en los que brilla el sol a una niebla espesa o una lluvia torrencial. La temperatura es algo más templada que lugares a la misma latitud, pasando de una media diaria de 0,3 °C en enero y 11,1 °C en agosto, con una media anual de 6,7 °C. La amplitud térmica es muy reducida, con veranos suaves e inviernos fríos. Durante el verano las islas suelen tener mucha niebla. Suele nevar aunque no llega a depositarse mucho tiempo en el suelo. Las corrientes de viento suelen ser fuerte.

La vegetación natural de las islas Feroe suele estar compuesta por plantas árticas, hierbas, musgos y líquenes. La mayor parte de las zonas bajas es herbazal y en algunos casos, arbustos menores. La vegetación natural se caracteriza por la ausencia de árboles. La fauna de la región destaca por la gran variedad de aves, principalmente marinas. Pocos mamíferos existen en las Feroes, todos introducidos por los seres humanos (principalmente ovejas, liebres y ratas). Las focas grises son muy comunes en las costas y alrededor de éstas, suelen haber algunos cetáceos. El más común es la ballena piloto.

Regiones

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Mapa de las islas Feroe.
Norðoyar
El fiordo junto a Klaksvík Históricamente, las Islas del Norte han sido consideradas un distrito único entre las Feroes. Está compuesta por las islas de Fugloy, Svínoy, Viðoy, Borðoy, Kunoy y Kalsoy. Aquí, es donde la rudeza del clima y los orígenes volcánicos de las islas son más patentes. Los fiordos son protagonistas y permiten que en Viðareiði sea posible observar el Atlántico a ambos lados del pueblo, mientras la altura del acantilado del cabo Enniberg impresiona a sus visitantes. Klaksvík es un importante centro industrial y la segunda ciudad más grande del archipiélago, aunque es famosa también por su festival musical.
Islas Centrales
Una casa con techo de césped, en Norðragøta, Eysturoy. La isla de Vágar, donde se encuentra el aeropuerto, es la puerta de entrada del territorio para luego llegar a la isla de Streymoy, la más grande y poblada del territorio. Aquí está la capital Tórshavn, centro operacional de la isla y donde se pueden conocer los edificios públicos y sus museos. En la parte norte de la isla está Vestmanna, el principal atractivo de las islas: miles de personas se acercan a conocer la fauna local junto a sus acantilados. Al sur de Tórshavn, en tanto, está la antigua catedral de Kirkjubøur. Separada por un estrecho fiordo, está Eysturoy, la más escarpada de todas las islas. En ella, está el punto más alto, Slættaratindur, perfecto para escalar. Además, posee termas, lagos y otras maravillas naturales. Frente a Tórshavn está la pequeña isla de Nólsoy, donde destacan sus colonias de aves y el festival de Ovastevnu.
Sandoyar y Suðuroy
Vista de los acantilados de Eggjarnar. Las islas más australes, donde aún se debe acceder por ferry, albergan algunos de los lugares más históricos del archipiélago. Sandur, la capital de la isla de Sandoyar, es hogar de una iglesia del siglo XI. Desde esta isla es posible navegar a la histórica Skúvoy. En el extremo austral está la isla de Suðuroy, ideal para recorridos de trekking hasta el lago Hvannhagi al norte de Tvøroyri o los acantilados alrededor de Vágur.

Llegar

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Un avión acercándose al aeropuerto de Vágar.

El principal medio de transporte para llegar a las islas es por vía aérea. El único aeropuerto de la isla es el Aeropuerto de Vágar, en la isla del mismo nombre. La aerolínea local Atlantic Airways es la única que vuela a las Feroes, conectándolas con un variado número de destinos (en cursiva, vuelos estacionales durante el verano):

De Copenhague salen dos vuelos diarios, con pasajes que parten desde 2000kr. ida y vuelta, aproximadamente.

Hay que tener en cuenta que muchas veces, especialmente en verano, la niebla cubre las pistas del aeropuerto y provoca que los vuelos son cancelados o desviados hasta que el tiempo mejore. Cuente con un par de días extra si viaja a las Feroe en caso que sufra algún retraso producto de la niebla.

También existe una alternativa por vía marítima. Smyrill Line ofrece servicios de ferry y cruceros desde Hirtshals en la costa danesa. La compañía ofrece diversos paquetes turísticos, llegando también a Islandia. Existen varias opciones: habitaciones compartidas, singles, dobles y familiares, subir un automóvil o dormitorios de todo lujo. Como referencia, el pasaje ida y vuelta de una pareja en temporada baja puede costar entre 650 y 1200 aproximadamente, según la calidad de la habitación. El viaje, de unas 36 horas, se realiza una vez por semana en temporada baja y dos por semana en temporada alta.

Desplazarse

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Pese a su geografía, la infraestructura de transportes permite comunicar fácilmente gran parte del archipiélago.

Pese a ser un archipiélago escarpado, las Feroe tiene una excelente conectivdad que permite eliminar la mayoría de las barreras físicas entre las islas. Las dos islas más grandes, Streymoy y Eysturoy, están unidas por el puente de Sundabrúgvin, mientras dos túneles submarinos conectan Vágar con Streymoy y Eysturoy con Borðoy. Desde esta última isla salen dos calzadas que cruzan los fiordos y permiten conectar con Viðoy y Kunoy. Este sistema permite que la mayoría de las islas estén conectadas permanentemente, haciendo muy fácil recorrer gran parte del archipiélago. Los túneles submarinos tienen un costo de unas 130kr. para vehículos menores de 6 m de largo y 3.500 Kg de peso, y de 350kr. para los superiores. Para cancelar el uso del túnel, debe ir a cualquier estación de servicio antes de 3 días luego de cruzar los túneles.

Para las islas que no poseen conexión carretera, existe un muy buen servicios de ferris. Desde Tórshavn puede tomar ferris hacia Tvøroyri en Suðuroy y la cercana isla de Nólsoy; un poco más al sur de Tórshavn, cerca de Kirkjubøur, está Gamlarætt que es donde salen los barcos a Hestur y Skopun, en la isla de Sandoy. Una vez en Sandoy, debe ir a la costa sur y tomar el ferry en Sandur para cruzar a Skúvoy. Además, existen unos ferris cortos desde Klaksvík hacia Kalsoy y desde Nordðepil hasta las islas de Svínoy y Fugloy. Es recomendable conseguir en las islas el cronograma con todos los ferris, aunque puede revisar el disponible en línea. Llegue con al menos 15 minutos de anticipación para subir su automóvil al ferry sin problemas, mientras los pasajeros deben llegar con hasta 5 minutos de anticipación.

El ferry rumbo a Skopun, Sandoy.

Si está en automóvil, recuerde seguir las reglas del tránsito. El máximo de velocidad para autos es de 80 Km/h en zonas rurarles y 50 Km/h en zonas urbanas; debe estar con las luces encendidas y usar cinturón de seguridad. Tenga precaución con las ovejas que pueden salir desde ambos lados de la carretera; en muchos casos, utilizan los túneles para dormir y pueden producir accidentes. En las ciudades de Tórshavn, Klaksvík y Runavík, hay estacionamientos restringidos. Para poder estacionarse debe adquirir un "disco" en bancos y oficinas de turismo, que deberá colocar en la esquina derecha inferior de su parabrisas con la hora en que estacionó su auto. Las multas por violar esta norma es de unas 200kr.. En Tórshavn y el aeropuerto de Vágar existen diversos locales de arriendo de automóviles si es que desea adquirir uno.

El transporte público es una muy buena opción para aquellos que deseen recorrer los diversos rincones del archipiélago. Con su característico color azul, el sistema interurbano de buses Bygdaleiðir ofrece varias opciones para recorrer las Feroes, llegando a todas partes aunque con diferente frecuencia. Puede comprar en las oficinas de turismo o estaciones de buses el horario completo de los buses y ferris (Ferðaætlan), muy útil para pasear por las Feroes. El transporte público es bastante caro, por lo que busque formas de optimizar su costo. Puede aprovechar los descuentos para estudiantes o tercera edad, si es que califica en dichos grupos. Para turistas, es conveniente comprar una tarjeta válida por cuatro días para todo medio de transporte. Dentro de Tórshavn, existen cuatro líneas de buses urbanas, sin costo para sus usuarios. Estos buses de color rojo pasan cada media hora durante el día y cada una hora en la noche; sin embargo, no funcionan los días sábado y domingo, lo que es bastante complicado para los turistas.

Si desea llegar aún más rápido, una alternativa son los helicópteros. Durante los meses de verano, Atlantic Airways ofrece helicópteros a diversas localidades feroesas, aunque debe reservar con anticipación y no realiza vuelos de retorno en el mismo día.

Comprar

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Tórshavn, la capital, es también el principal centro comercial del archipiélago.

Las islas son un destino caro, debido principalmente a su aislamiento. Tórshavn, Klaksvik y, en menor medida, Runavík son importantes centros de consumo para aquellos que deseen abastecerse durante su viaje por las Feroes. Los horarios de apertura y cierre de las tiendas son similares al resto de Europa, aunque el sábado suelen cerrar cerca de las 14:00 horas y el domingo se mantienen cerradas.

Lo más típico para comprar son los jerseys de lana, chaquetas, gorros y guantes al estilo de las Feroe. Las tiendas más populares son Sirri y Guðrun og Guðrun, mientras el único centro comercial propiamente tal es Sølumiðstøð (SMS), el cual contiene algunas sucursales de cadenas internacionales y un supermercado.

Los precios suelen incluir el IVA, que es de un 25%, por lo que usted pagará finalmente lo que aparece en la vitrina. Si usted viene de fuera de la Unión Europea o Escandinavia, puede solicitar que le reintegren el IVA al salir del país.

La moneda de curso legal es la corona danesa (DKK), conocida como krone en danés y króna en feroés. Existen monedas de media corona (50 øre u oyra), 1, 2, 5, 10 y 20 coronas, mientras los billetes son de 50, 100, 200, 500 y 1000 coronas. Las islas Feroe producen su propio set de billetes, válidos en todo el archipiélago. Mientras los billetes y monedas producidos en Dinamarca son de curso legal en las islas, los billetes feroeses no son reconocidos fuera de ellas por lo que se recomienda cambiarlos en casas de cambio sin costo antes de partir.

Un plato de tvøst og spik: carne de ballena piloto, pescado seco y papas. Al medio, trozos de grasa de ballena.

La cocina de las islas consiste principalmente de carne, ya sea cordero o pescado, siendo un fiel reflejo de lo duro que es el clima en el archipiélago. Aunque los platos de la comida tradicional del archipiélago son difíciles de encontrar en la mayoría de los restaurantes, aún algunos sitios orientados para turistas sirven estos platos.

Dentro de la comida tradicional, se pueden encontrar los siguientes platos:

  • Frailecillos rellenos, usualmente servidos con patatas y diversas bayas.
  • El skjerpikjøt, cordero seco que ha sido colgado durante más de un año y que se come crudo.
  • El ræst kjøt es carne de vacuno disecada al colgarla por varios meses antes de cocerla. El ræstan fisk es realizado de forma similar, pero con pescados.
  • Turrur fiskur o pescado seco.
  • Tvøst og spik, hecho con carne y grasa de ballena. La carne de ballena es parte central de la cocina feroesa, y para obtenerla se realiza la caza, conocida como grindadráp.

Existen varios restoranes, principalmente en Tórshavn. Allí es posible encontrar un restorán italiano, otro chino y algunos locales de comida rápida dentro del centro comercial SMS. Fuera de la capital, la calidad de los locales cae considerablemente. En las estaciones de servicio Effo y Magn suelen haber algunos servicios de comida rápida, para aquellos que se encuentran recorriendo el territorio.

Beber y salir

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La edad legal de las Feroe para poder beber alcohol es 18 años. Es bastante común beber alcohol en las islas, especialmente durante alguna fiesta.

La cerveza baja en alcohol se puede comprar en cualquier sitio, pero otros alcoholes (incluyendo cervezas más fuerte, vinos y licores de alta graduación) se venden únicamente en locales administrados por el gobierno y bares con permiso especial. Tal como con otros productos, el alcohol es particularmente caro en las islas.

No hay muchos sitios para salir y los que hay están básicamente concentrados en Tórshavn y en Klaksvík, dónde se concentran cafeterías y bares. Los principales bares de Tórshavn se encuentran cerca de la bahía, destacando algunos como el Café Natúr, el Cirkus Føroyar con sus shows musicales y el bar Hvonn en el Hotel Tórshavn.

Dormir

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Las islas tienen un considerable número de habitaciones para sus visitantes, con hoteles de diversa calidad.

Una alternativa interesante es aprovechar la extensa red de hostales juveniles que existen en el archipiélago. Suelen haber hostales de este tipo entre las islas, a menos de un día de caminate entre ellas, lo que es perfecto para aquellos que desean recorrer libremente todos los rincones de las Feroes. Cada una de estas hostales tiene una capacidad de entre 2 a 6 habitaciones de buen nivel. Ya que no tienen una recepción permanente, es recomendable reservar antes de llegar a la hostal, ya sea por correo electrónico o teléfono.

Hablar

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El idioma local es el feroés, que es un idioma perteneciente a las lenguas escandinavas orientales. Hasta el siglo XV, el feroés tenía grandes similitides con el noruego y el islandés. La reforma de 1538 obligó el uso de muchas raíces danesas en las palabras y, aunque cambió la lengua de los locales, las leyendas y cuentos populares mantuvieron el feroés antiguo, por lo que muchos nativos aún pueden hablarlo.

En 1937, las Feroe reemplazaron el feroés por el danés como idioma oficial. En la actualidad, ambos idiomas tienen carácter de oficial, aunque es el feroés el hablado normalmente por la población. El danés es enseñado en las escuelas como una lengua extranjera y es requerida como segunda lengua en los colegios desde el tercer curso.

La mayoría de la población suele manejar el inglés, especialmente al comunicarse con los turistas. Muchos saben hablar otros idiomas nórdicos como noruego, islandés o sueco.

Respetar

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Desfile con la bandera feroesa durante la Fiesta Nacional.
Una estudiante local con el traje típico de las Feroes.

Los habitantes de las Feroes son un pueblo sumamente independiente y nacionalista. Los feroeses se consideran una nación aparte, diferente de los daneses, y que sólo está unido políticamente a éstos a través del Rigsfællesskabet, la mancomunidad formada por Dinamarca, las Feroes y Groenlandia bajo la misma monarquía. Para un feroés, su relación con alguien de Copenhague es similar a la de un español y un alemán. Incluso, dentro de las islas los daneses son considerados técnicamente extranjeros para todos los efectos. Los daneses, en cambio, tienen una visión diferente al respecto y consideran que forman una misma nación con algunas diferencias particulares producto de la separación geográfica.

Evite decir que "está en Dinamarca" mientras pise las islas Feroe y menos le diga a un feroés que es danés. Los daneses tienen además un fuerte estereotipo de los feroeses como pueblerinos, poco civilizados y extremadamente conservadores. Estos prejuicios pueden ser muy ofensivos para un feroés; incluso, evite decir frases de buena crianza respecto a los beneficios de la ruralidad porque puede insultar a más de algún local. De igual forma, los feroeses son muy orgullosos de sus costumbres y tradiciones, por lo que evite criticarlas. Las cazas de ballenas llamadas grindadráp son parte de su cultura, por lo que sea muy cuidadoso antes de referirse a ella (véase más adelante).

Tenga precaución al recorrer algunas localidades. Si bien uno de los atractivos de visitar las Feroes es comprender la cultura de estas rocas en medio del Atlántico, considere que muchas personas viven de esa forma y merecen respeto. Si visita la zona antigua de Tórshavn, cerca de Tinganes, no moleste a las personas que viven en las antiguas casas de madera. Estas casas se han convertido en un atractivo turístico en el último tiempo, pero sus habitantes cada vez están más exhaustos de la intromisión de los visitantes en su vida. También, tenga respeto por las colonias de animales, especialmente aves, y evite alterar su entorno.

Grindadráp

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Algunos ejemplares de ballenas cazadas, dando el característico color rojo al mar de los fiordos feroeses.

Probablemente la postal más conocida de las Feroes no es precisamente la más atractiva turísticamente. Cada año, los habitantes de las Feroes se organizan para la grindadráp o caza de ballenas y delfines en sus costas. Grupos de botes pesqueros salen a navegar y logran desviar a grupos de ballenas piloto y delfines atlánticos hacia los fondos de una bahía y fiordo. Una vez que éstos están varados en la costa o cerca de éstos, se les introduce un cuchillo (grindaknívur) rebanando su dorso. El cetáceo muere a los pocos segundos o minutos. Al realizar esto en grandes cantidades, la sangre proveniente de los animales tiñe de un color rojo fuerte el mar, una imagen sin dudas difícil de olvidar para los presentes.

La caza de ballenas es considerada por muchos feroeses no sólo una parte fundamental de su cultura sino también de su subsistencia. Al ser un archipiélago tan escarpado, casi no existen recursos naturales fuera de las ballenas, cuya carne y grase son muy comunes en la cocina local. Sin embargo, muchas organizaciones ambientalistas como Greenpeace han protestado en los últimos años por lo que consideran es una práctica cruenta e innecesaria.

En la actualidad, esta actividad es fuertemente regulada. Los grupos de pescadores deben ir con un fiscalizador y sólo se permite realizar esto en ciertos fiordos y bahías permitidas; la caza en océano abierto está prohibida. Las críticas ambientalistas han provocado varios cambios, eliminando algunas técnicas que eran considerada inhumanas. Aunque el evento es organizado a nivel comunitario y cualquier persona puede sumarse, el grindadráp no es un rito de iniciación; de hecho, para poder controlar a las ballenas antes de clavar el cuchillo, es necesario que un hombre fuerte lo controle.

Más allá de su opinión personal respecto a este tipo de tradiciones, evite pronunciar alguna crítica ante los feroeses. Es probable que su crítica no sea bien recibida y, en cambio, se considere un insulto a la cultura local.

Esta es una guía destacada. Está completa con mapas, fotos y mucha información de alta calidad. Si conoces que algo que ha cambiado, infórmalo o sé valiente y ayuda a mejorarlo.